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Paté de boniato

Paté de boniato sobre una tostada crujiente, un chorrito de aceite y unas semillas de girasol

Paté de boniato

En Casa Cuadrau sentimos un amor – algunos lo llamarán obsesión – por los patés. El paté (en francés, «pasta») tradicionalmente se puede servir hecho al horno envuelto en una masa crujiente (en croûte) o en un molde o tarrina, tiene una consistencia untable. Normalmente, se prepara mezclando carne, marisco o verduras sazonadas, y suele ser una combinación de distintos ingredientes de base.

Como nos encantan «las pastas untables» pero no utilizamos carne o pescado en la cocina, solemos encontrar combinaciones de ingredientes de origen vegetal para crear una alternativa vegana al paté de toda la vida. Salado, delicioso, suave y nutritivo son las características principales que buscamos en cualquiera de los patés que preparamos.

El paté que hoy compartimos con vosotros tiene una base de boniato y lo hemos estado cocinando durante estos últimos retiros, ya que la temporada de boniato (por fin) ha comenzado. Esta es una receta sencilla y que esperamos que consiga hacer que tanto vuestros bocadillos, ensaladas, pastas, arroces y vidas tengan un sabor aún más exquisito. ¡A disfrutar!

4 boniatos medianos
1 cebolla mediana y aceite de oliva virgen (para cocinar)
1 taza de semillas de girasol
1 limón, el zumo
Sal y pimienta, al gusto

2 tazas de garbanzos cocidos (opcional)

Comienza llenando una olla con agua y poniéndola a hervir. Mientras, pela y corta los boniatos en trozos de volumen similar. Una vez el agua hierva, añádelos a la ola y cubre. Deja que se cocinen hasta que los pinches con un tenedor y esten tiernos por dentro.

Mientras hierven, pon una sartén a fuego medio y echa un chorro de aceite de oliva. Corta la cebolla en medias lunas finas y, cuando el aceite esté caliente, añádelas a la sartén. Echa una pizca de sal para que la cebolla se ablande y, con una espátula o cuchara, remueve bien para que se impregne bien de aceite y sal. Cócinala hasta que la cebolla este tierna y doradita. Si es necesario, baja el fuego (dependerá de tu fuente de calor ej. vitrocerámica, gas, etc.).

Añade las semillas de girasol a la sartén junto a la cebolla, remueve y cocina a fuego bajo, hasta que las semillas de doren ligeramente.

Utilizando un procesador de alimentos, añade los boniatos, cebolla, semillas, zumo de limón, pimienta y garbanzos (si deseas usarlos). Bate bien hasta conseguir la textura deseada – hay personas que prefieren un paté suave y uniforme; a otras les gusta que el paté sea algo más rústico y tenga pedacitos de semillas, cebolla… Pruébalo y ajusta con sal si es necesario.

Almacena el paté en un contenedor hermético y en la nevera, puedes consumirlo en los próximos 3-4 días. Bon appétit!

Paté de boniato