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Ensayo: La oración sentida y una invitación a reflexionar en las sensaciones

Ensayo: La oración sentida y una invitación a reflexionar en las sensaciones

Hace poco leímos este ensayo en inglés, de autor desconocido, y nos encantó.

Esperamos que te sirva para reflexionar sobre la relación que tienes con tus sensaciones. ¿Surge el rechazo? ¿Pones resistencia?

LA ORACIÓN SENTIDA


«Soy el dolor en tu cabeza, el nudo en tu estómago, el duelo silenciado en tu sonrisa. Soy tu presión arterial alta, tu miedo al desafío, tu falta de confianza.
Soy tus sofocos, tu frágil espalda baja, tu agitación y fatiga. Tiendes a repudiarme, reprimirme, ignorarme, mimarme, condenarme. Generalmente quieres que me vaya inmediatamente, que desaparezca, que vuelva a la oscuridad. La mayoría de las veces soy sólo las notas recientes de una larga sinfonía. Las ramas más evidentes de raíces que han sido desafiadas durante temporadas. Entonces te lo imploro. Soy un mensajero con buenas noticias por más inquietantes que a veces puedan serlo. Quiero guiarte de regreso a esos lugares tiernos en ti mismo.
El lugar donde puedes sostenerte con compasión y honestidad. Puedo pedirte que modifiques tu dieta, que duermas más, que hagas ejercicio con regularidad y que respires más conscientemente. Podría animarte a ver una realidad más amplia y a preocuparte menos por las fluctuaciones cotidianas de la vida. Quizás te pida que explores los vínculos y las heridas de tus relaciones. Soy tu amigo, no tu enemigo. No tengo ningún deseo de traer dolor y sufrimiento a tu vida. Simplemente estoy tirando de tu manga durante demasiado tiempo, inmune a suaves empujones.
Eres un ser tan vasto, tan complejo con asombrosas capacidades de autorregulación y curación. Déjame ser uno de los heraldos que te lleve al misterioso centro de tu ser, donde la percepción y la sabiduría están naturalmente disponibles cuando se las solicita con un corazón sincero.»

¿Te llegan estas palabras? 

Una técnica de meditación consiste en prestar atención a las sensaciones. No rechazarlas y darles espacio a que se manifiesten. Podemos incluso ponerles nombre, describirlas mentalmente (si es profunda, si es un cosquilleo, una presión, una tensión, una pulsación, …) y dejar que sean tal y como son.

Descubrirás cómo todas las sensaciones son pasajeras, transitorias.

Si quieres aprender a meditar o profundizar en tu práctica y tener más herramientas de mindfulness, ven a uno de nuestros retiros en Casa Cuadrau.